CARTA ABIERTA A LA RAZA HUMANA


Usted, usual lector de este bló ( o ustedes, miserables que llegaron a mi bló buscando "frases con oh yeah"; "número ganador del baloto el 26 de septiembre de 2007"; y"como besar a un hombre") ha de enterarse que pienso demandar a la raza humana por una increíble cantidad de circunstancias que, por ser del saber común (ya que todos las hemos, de una u otra forma, padecido) me abstengo de mencionar. No olvide que mi objetivo no es ganar dinero (aunque lo recibo con gusto), o popularidad (aunque la quiero). Me conformo con que el juez decrete que la raza humana, sin mi consentimiento, no pueda acercarse a menos de dos metros de mi.

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Algo me preocupa mucho, que me hará la raza humana en venganza? Sólo falta que decidan acercarse más a mi. Pero, si cumplen la orden del juez, Tal feliz circunstancia evitaría el incómodo roce en el transmilenio, el repetitivo golpe con la cartera en la fila del banco, el efusivo e incómodo apretón de manos y golpe en la espalda con familiares cuyo lazo he olvidado y que desde ya espero que no ocurra más, el increíblemente desagradable roce de dedos con el conductor en el momento de pagar el pasaje o la carrera que, una vez al año vaya y venga, pero que es un suplicio por el que paso cada vez que me toca ese plan. Y eso dista mucho de ponerlo a uno bien. Y por bien me refiero a no rozar otro ser humano en esa circunstancia o multa de demasiados salarios mínimos al integrante sudoroso de la raza humana que ponga cerca a mi esa mano en la barra de la buseta, esa regordeta pierna pegachenta que golpea rítmica mente su "rodillita" con la mia, esa cabecita del sujeto que se duerme y se le recuesta a uno, donde, oh desagradable sensación, mi frente roza con la suya. Aunque, conociéndome, pierdo la demanda.