HOMENAGE A TROIS


"Todos crecimos con los mismos programas de televisión. ... No recordamos casi nada de lo que pasó en nuestra infancia, pero recordamos todo lo que les pasa a las familias de las tele comedias. Tenemos los mismos objetivos básicos. Tenemos los mismos miedos. (Superviviente,Chuck Palahniuk)"

Si algo aprendí con la muerte de personas como el maestro Salmona o el canalla Fontanarrosa es que los homenajes, vaya cliché, hay que hacerlos en vida. Pero como todo nos llega tarde, hasta la muerte, otro cliché, sólo uno de los tres siguientes está vivo, pero algo es algo.

Así que aprovecho este espacio para rendirle homenaje a tres personajes que he admirado desde hace un buen tiempo, pero en cuyas descripciones no profundizaré proque asumo todos conocen Wikipedia, google, encarta y demás.




CHUCK PALAHNIUK: LA HERIDA QUE SANARÍA SI LA DEJARAS QUIETA, PERO NO PUEDES


A este primer maldito lo conocí cuando decidí hacer el trabajo de grado sobre la película FIGHT CLUB. Resulta que está basada en un libro de este señor, y que es toda una oda al desmoronamiento social y humano, una invitación latente al caos y una muy buena muestra de humor negro. Recomendadísimo, al igual que SUPERVIVIENTE (Léanlo, antes de que hagan la película, que es muy rica la petardez de odiar una película y poder decir yo me leí el libro y es mejor). Para el más curioso, en la ciberespacio ronda su texto TRIPAS, para que se vayan haciendo una idea de la madera de este monstruo.

EPPUR SE MUOVE


Galileo Galilei reunía en su ser la polifacética condición de ser físico, matemático, filósofo, astrónomo y consumado violonchelista, a pesar de sólo saber tocar una nota. Es su faceta de observador de los fenómenos astrológicos la que suscita admiración y lo ha llevado a convertirse en uno de los primeros sarcásticos de los que existe registro, por cuanto su famosa frase, la que encabeza esta segunda parte, la dijo bajo riesgo de cadena perpetua. Según la apócrifa leyenda, Galileo, quien defendía la teoría heliocéntrica ante una sociedad marcada por la censura de la inquisición, fue llevado ante el tribunal por el mismo cardenal que hiciera quemar a Giordano Bruno años atrás, y en la que se vió obligado a defender la teoría según la cual la tierra era el centro del universo. Condenado a prisión de por vida y con su obra prohibida, Galileo Galilei tuvo que pronunciar una fórmula de abjuración que el Santo Oficio había preparado, y en la que, parafraseando, se decía: ustedes tienen razón, la tierra es el centro de todo el Universo, los astros, por disposición divina, se mueven alrededor del centro mismo de la vida, que es la tierra. Nuestro planeta se encuentra en el centro mismo del orden sagrado. Inamovible. Luego del beneplácito de los religiosos, Galileo firmó el amañado documento, los observó detenidamente a los ojos (así me gusta imaginarlo) y con un reflejo en los ojos producto de la malicia y el rencor guardado durante años, aún sabiendo que su libertad se le iba en esa frase, agregó: y, sin embargo, se mueve.


JACK THE DRIPPER


Jackson Pollock: Action Panting.(Fragmento)