LA FIEL OPOSICIÓN A DIOS


Antes de graduarme de la Universidad podía beber desde las diez de la mañana hasta no se que hora de la madrugada, y era el que menos bebía del grupo. No se de donde salía el dinero. No teníamos dinero para comer, no teníamos dinero para los materiales de la Universidad, sólo había dinero para el cine y para beber.


* * * * *


12 años bebiendo en forma es demasiado para alguien que antes de nacer flotaba en aguardiente néctar en vez de líquido amniótico. Cristo la tuvo fácil. Hacía milagros y se murió a los 33. Tengo tres años para alcanzarlo. Aunque no es mi meta. Con convertir el agua en cerveza me conformaría.
Mañana voy al dentista que abandoné hace un año, espero no este enojado. A pocas cosas les temo tanto como a provocar la furia de un dentista. Quiero salir pronto de su consulta e ir por una cerveza. O tal vez tres. Fue una semana aburrida. Si hay algo peor que tener trabajo es no tenerlo. O tener que ir a sentarse frente al computador a encontrar el patrón de movimiento del salvapantallas, dejando un programa abierto para hacer parecer que hay trabajo pendiente.
Paso la lengua por todos mis dientes, y voy descubriendo salientes, depresiones y áreas ásperas que provocarán los comentarios desobligantes del dentista acerca de mi descuido oral de los últimos años, yo me excusaré intentando vocalizar con seis instrumentos metálicos en mi boca mientras mi mente pasté en praderas más verdes, donde el hígado se recupera mágicamente y la tubería deja correr absurdas cantidades de cerveza.

Comentarios >>