FORMA DEL AGUA SIN FONDO

Guillermo del Toro es sin duda uno de los mejores autores de películas visualmente impactantes e imaginativas. Desde La invención de cronos, su cine ha sido una muestra de gran imaginación unida a un gran cuidado en el aspecto estético. 
Su más grande logro de taquilla y crítica lo obtuvo en el año 2006 con El laberinto del Fauno, una fábula tan extraordinaria como cruel. Luego de una irregular seguidilla de películas, del Toro vuelve al tema fantástico con una historia ambientada en plena guerra fría como telón de fondo del nacimiento del romance entre una mujer del aseo y un hombre anfibio.




Se nota sin duda el amor que siente el director por su trabajo. Cada plano es bien cuidado, cada detalle está cuidadosamente estudiado, la música es totalmente la indicada en cada toma, con canciones de autores de la talla de Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Frank Sinatra, Nat King Cole, entre otros. las actuaciones son lo que se espera del guión. Y es que si en algo falla La forma del agua es en ese apartado. La historia es la que hemos visto millones de veces, el personaje femenino con muchos fallos pero lleno de virtudes, sin amor, que redime y salva al héroe caido en desgracia. Una mezcla de Splah, ET y La bella y la bestia. 

Es una pena que todo el trabajo logrado en la puesta en escena no brille en todo su esplendor debido a una historia casi simplona, llena de estereotipos y personajes unidimensionales. Tiene dos historias que no se desarrollan todo lo posible, la de amor y la de la guerra fría.

Sin embargo se deja ver, recomendada a los incondicionales de las historias de amor y de la estética de cintas como Amelie
No recomendada para los que esperan ver otro Laberinto del fauno.